Ahora estarán habitando en un lugar con energía eléctrica, agua potable corriente, gas y baño.
Soledad y sus seis hijos estarán en una casa. Su madre, Marta, con un hijo y una nieta, compartirán el otro modulo habitacional.
Los Álvarez se fueron de Tronco Pozo. A 14 meses de haber sufrido el incendio que les destruyó su precaria vivienda el 20 de julio de 2014, lograron vivir en un lugar digno.
La Municipalidad les construyó dos casas en Bº Malabrigo: una tiene tres habitaciones; la otra, dos.
Allí vivirán Marta, su hijo Roque y una nieta; y Soledad con los seis hijos.
En Tronco Pozo quedará otro hijo con su pareja, pero viviendo en condiciones indignas.
La Municipalidad le cedió en comodato la construcción. Hoy empezó la mudanza. Será la primera vez que estarán en un espacio amplio, cálido y con todos los servicios.
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