El balneario de Jesús María que está a la vera del Rio Guanusacate en el B° Los Nogales fue uno de los grandes afectados en el temporal de febrero-marzo.
En estos días concluyeron las tareas de refacción y reacondicionamiento del predio tras el paso del agua.
En su momento la creciente llegó hasta casi el buffet, hoy las caras son sonrisas esperando el verano para la Flia. Gigena.
Mirá las imágenes de cómo había quedado y como luce hoy.
Entre la segunda quincena de febrero y los primeros días de marzo para nadie que vivía cerca de los ríos en la provincia de Córdoba fue tranquilidad. De esa realidad no estuvieron exentos Carlos Gigena y su familia, quienes vieron caduca su temporada veraniega y de trabajo, pero eso era lo de menos: en cuestión de horas, asadores bajo el agua, piletas que no se sabía dónde estaban, sombrillas que parecían islotes, compuertas reventadas, ramas por doquier, y hasta animales muertos, era el panorama en todo el predio. El Río que pasaba habitualmente a casi cien metros del alambrado perimetral había llegado hasta la tela misma.
En todo ese panorama desolador, debieron sumarle que por la pérdida de la cerca perimetral algunos delincuentes aprovecharan para hacer de las suyas. “Hasta voy a tener que pensar en buscar justicia por mano propia” decía por aquellos días Carlos, indignado. Pero el tiempo corrió y hasta para los ojos de los medios se escapó este lugar que también a paso hormiga se fue reconstruyendo y poniendo en pie nuevamente.
Piletones impecables, césped reverdeciendo, tobogán listo para observar desde la altura todo un panorama que hoy permite ver hasta casi la bomba de agua municipal, sonrisas en los rostros de la familia Gigena y brazos levantados es el panorama que dejó la jornada de este viernes. Seguramente será intención recuperar casi el mes que se perdió de la temporada 2015. Sin embargo, ya piensan en ir delante de un nuevo verano con las familias: “DESPUÉS DE SIETE MESES RECUPERAMOS UNA SONRISA, Y NOS PREPARAMOS PARA RECIBIR Y COMPARTIR CON USTEDES LA LLEGADA DE LA PRIMAVERA Y EL COMIENZO DE UNA NUEVA TEMPORADA 2015-2016” publicaron en su cuenta oficial de Facebook.
Entre la segunda quincena de febrero y los primeros días de marzo para nadie que vivía cerca de los ríos en la provincia de Córdoba fue tranquilidad. De esa realidad no estuvieron exentos Carlos Gigena y su familia, quienes vieron caduca su temporada veraniega y de trabajo, pero eso era lo de menos: en cuestión de horas, asadores bajo el agua, piletas que no se sabía dónde estaban, sombrillas que parecían islotes, compuertas reventadas, ramas por doquier, y hasta animales muertos, era el panorama en todo el predio. El Río que pasaba habitualmente a casi cien metros del alambrado perimetral había llegado hasta la tela misma.
En todo ese panorama desolador, debieron sumarle que por la pérdida de la cerca perimetral algunos delincuentes aprovecharan para hacer de las suyas. “Hasta voy a tener que pensar en buscar justicia por mano propia” decía por aquellos días Carlos, indignado. Pero el tiempo corrió y hasta para los ojos de los medios se escapó este lugar que también a paso hormiga se fue reconstruyendo y poniendo en pie nuevamente.
Piletones impecables, césped reverdeciendo, tobogán listo para observar desde la altura todo un panorama que hoy permite ver hasta casi la bomba de agua municipal, sonrisas en los rostros de la familia Gigena y brazos levantados es el panorama que dejó la jornada de este viernes. Seguramente será intención recuperar casi el mes que se perdió de la temporada 2015. Sin embargo, ya piensan en ir delante de un nuevo verano con las familias: “DESPUÉS DE SIETE MESES RECUPERAMOS UNA SONRISA, Y NOS PREPARAMOS PARA RECIBIR Y COMPARTIR CON USTEDES LA LLEGADA DE LA PRIMAVERA Y EL COMIENZO DE UNA NUEVA TEMPORADA 2015-2016” publicaron en su cuenta oficial de Facebook.
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