Héctor Darío Álvarez dijo en nuestra radio que ayer le informaron desde la Municipalidad de Colonia Caroya que se quedaba sin trabajo.
"Me enteré por los compañeros que a varios nos corrían, la llamé a Sandra Quevedo y me confirmó que el 19 de agosto no trabajo más", declaró.
Ante esa situación, el muchacho de 31 años decidió contar todo. Aseguró que fueron amenazados antes de las Elecciones y que hay un porcentaje de su sueldo que "se lo queda alguien".
Aquí, el extenso testimonio en el que denuncia las irregularidades en el manejo de estos trabajadores que no son municipales, pero que cobran del Estado Municipal.
Las cooperativas de trabajo nacieron hace más de 10 años, cuando el Presidente de la Nación en ese entonces, Néstor Kirchner, propulsó obras de infraestructura en municipios del interior pero con el trabajo de personas desocupadas, que debían conformar Cooperativas de Trabajo con autoridades propias y estatuto.
Hicieron el Centro Integrador Comunitario, el CIC de Malabrigo, la Casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario, el salón del Polideportivo municipal y obras de cordón cuneta.
Pero el municipio terminó utilizando a esas personas para prestar servicios: barrido de calles, recolección de residuos, recolección de verdes, entre otras tareas.
Así, el propio municipio termina siendo el único cliente de las cinco cooperativas que hoy funcionan.
Los trabajadores fichan, tiene ropa oficial de la municipalidad, reciben directivas de capataces y hasta manejan vehículos oficiales.
Cuentan las horas trabajadas de todos los integrantes, suman todo y el municipio le paga al Presidente de la Cooperativa, que luego la distribuye entre sus empleados.
Con ese escenario, se discute el manejo municipal de cooperativas que deberían ser independientes.
Darío Coronel recibió la noticia que el 19 de agosto se queda sin trabajo y llegó a la radio dispuesto a contar todo.
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