Después de años de soportar el desastrozo empedrado ubicado sobre el Camino Real, detrás del Museo Jesuítico Nacional, la Municipalidad decidió construir cuatro "huellas" de asfalto flexible. Esto facilitará el paso vehicular que, en los últimos meses era casi imposible. Los trabajos terminarán la semana próxima
El intendente Gabriel Frizza decidió tomar una decisión sumamente importante para todos los que circulan por el Camino Real: construir huellas de asfalto sobre el empedrado que rodea la Estancia Jesús María - Museo Jesuítico Nacional.
Ese sector de la obra que realizó en su momento la provincia, de unos 130 metros de extensión, estaba en pésimo estado de conservación y constituía un verdadero problema para los automovilistas y motociclistas que circulan a diario por allí.
El empedrado estaba demasiado irregular y provocaba intensas vibraciones que terminaban por romper los autos y motos que atravesaban ese paso.
La Municipalidad decidió avanzar en la colocación de cuatro huellas de 60 cm de ancho sobre el empedrado, para suavizar el paso de los rodados.
Para ello se tuvo que hacer las consultas de rigor con todos los organismos que intervienen, dado que se trata de un monumento que es Patrimonio de la Humanidad.
El Secretario de Desarrollo Urbano, Hugo Cagliero, explicó cómo será la obra, que terminará definitivamente el próximo martes.
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