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miércoles, 30 de abril de 2014

LENY MIGOTTI, LA MUJER DE UN DESAPARECIDO DE LA DICTADURA

Por primera vez y a 38 años del secuestro de su esposo, Rodolfo García, la caroyense contó su historia en "Tiempo de Noticias". 
Un testimonio imperdible de quién vivió "paralizada" durante casi cuatro décadas hasta que el pueblo mendocino de donde era oriundo decidió reivindicar su memoria.
García era estudiande de Odontología y fue llevado por el III Cuerpo de Ejército el 26 de abril de 1976.


En esta ciudad, a Elena Migotti todos la conocen como Leny.
El 28 de diciembre de 1974, en la iglesia de Ntra. Sra. de Monserrat se casó con un mendocino que había conocido en Córdoba: Rodolfo García, estudiante de Odontología de la Universidad Nacional de Córdoba, militante montonero de la Juventud Universitaria Peronista.
Rodolfo sabía que luego del golpe militar del 24 de marzo de 1976 iba a tener problemas.
Aproximadamente un mes después del derrocamiento del gobier- no de Estela Martínez de Perón, un grupo de tareas del III Cuerpo de Ejército llegó a su domicilio de Bº San Vicente y lo detuvo. Nunca más hubo noticias de su paradero. 
Hasta hoy vive en la memoria de su familia y también de un pueblo que lo reivindicó.
Al cumplirse 38 años de su desa-parición, amigos y militantes de la localidad de Eugenio Bustos -100 Km al Sur de Mendoza- le rindieron un homenaje que abrió la puerta a íntimos sentimientos que su esposa mantuvo en su corazón durante casi cuatro décadas.
El 26 de abril, una calle del pueblo pasó a llamarse Rodolfo García, un monolito lo recuerda y los vecinos prometieron abrir el expediente para saber qué pasó con él.
Rodolfo vive.
A los actos asistieron Leny, su hija Macarena y sus nietas. Las acompañaron integrantes del grupo de teatro Fra Noi, que pusieron en escena fragmentos de la obra “Contratanto”.
La reivindicación animó a Leny a contar su historia -de vida y de muerte- por primera vez.
“Siempre supimos que lo podían detener en cualquier momento, pero nadie se imaginó cómo iba a ser este plan de m...., el Cóndor, de los EEUU... nunca creimos que sería tan terrorífico, tan perverso”, comenzó el relato. 
Con silencios tan elocuantes como las palabras siguió: “Estábamos en nuestra casa y se lo llevaron delante mío; esta cosa de que te arranquen de tu casa y de tu corazón al ser más querido...”.
Días después, le dieron la novedad de que estaba embarazada de Macarena. Rodolfo lo ignoraba:  “Pero mi embarazo pasó a ser secundario, no fue normal. Lo primordial era encontrar a Rodolfo”.
Leny no imaginó que su esposo tendría un destino vacío de cualquier indicio, con pocos motivos para mantener la esperanza de hallarlo vivo. 
La situación fue doblemente dolorosa, ya que debió relacionarse con una sociedad que pensaba que “ser esposa de un desaparecido era terrible, porque era ser la esposa de un guerrillero, de una mala persona”.
Quizá por eso estuvo “paralizada” -según ella misma describió- hasta hace poco tiempo: “No pude estudiar, no podía leer, trabajaba para mantenerme y mi cabeza estaba en otro lugar. Tenía una parte mía en la búsqueda, pensando que regrese. Recién ahora, con esta gran fiesta que se hizo en su homenaje, siento que vive en la memoria de su pueblo. Ver a mis nietas llorar por primera vez por su abuelo y escucharlas decir que les hubiera gustado conocerlo fue muy emocionante”.
Cuando “levantaron” a Rodolfo, como todos los familiares de desaparecidos, Leny creía que la detención tenía que ver con la ave- riguación de antecedentes, “que ya iba a volver”.
“La ficha me cayó cuando subió Alfonsín y los desaparecidos no aparecieron -recuerda-. Pensábamos que estaba en algún lugar y con el regreso de la Democracia suponíamos que iban a volver todos”.
Los meses pasaron y nadie supo nada de él: “Hay muchos desaparecidos de los que no se sabe cuál fue el destino y no los vieron pasar por centros clandestinos. De Rodolfo no se sabe nada. Nunca más nada”.
Leny sostiene que la sociedad argentina de la década de los ‘70 fue cómplice del terrorismo de Estado: “Muchísima gente estaba de acuerdo en que maten ‘esos guerrilleros’, pero eran jóvenes inteligentes, estudiantes, solidarios, que querían cambiar el mundo. Habrá habido gente de m... como en todos lados, pero mataron a una generación de jóvenes que habría cambiado la Argentina”.
Por eso valora el trabajo de reivindicación de los Derechos Humanos que hicieron Néstor Kirchner y Cristina Fernández:  “Si hay algo que rescato de este gobierno es que estos malditos estén presos”
EL MENSAJE.
Leny Migotti.
“Ahora tengo esperanza 
porque hay gente de Mendoza 
que quiere abrir un expediente para saber si fue a parar a la D-2, 
a la Perla o a Campo de la Ribera. 
Yo nunca pude hacerlo antes. 
La intención estaba, pero
no pude psicológicamente. 
Recién ahora vamos a empezar 
a trabajar con eso porque 
lo que pasó en Mendoza 
este fin de semana hizo que 
deje de estar paralizada 
y hasta permitiera acceder 
a esta entrevista porque 
siempre me estuve escapando. 
Ahora Rodolfo García 
no le pertenece ni a Leny 
ni a Macarena. Le pertenece 
a la historia del país”.
TEXTO: DIARIO EL DESPERTADOR.
AUDIO: RADIO COMUNICAR

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