Muchos abuelos padecen en las últimas semanas la imposibilidad de obtener descuentos en la compra de sus medicamentos debido a que la mayoría de las farmacias no están recibiendo los recetarios de la obra social PAMI. Es que a partir de la corrida inflacionaria ocurrida a principios de febrero, muchos remedios aumentaron considerablemente y se hace casi imposible poder "aguantarlos", dado que la obra social de los jubilados paga con hasta seis meses de retraso y no en efectivo sino con notas de crédito ante las droguerías.
Pami cuenta con descuentos de entre el 60 y el 80 por ciento, llegando incluso al 100 por ciento en ciertos medicamentos que son más necesarios.
En los últimos días la mayoría de las farmacias de la zona están rechazando las recetas porque no pueden sostener el plan de descuentos, dado que la obra social paga a seis meses, con todo lo que eso implica.
Muchos laboratorios están ajustando sus precios casi a diario y esto hace imposible sostener los costos; en seis meses los farmacéuticos pierden dinero por estas subas constantes y entonces prefieren no arriesgarse.
Pami no paga en efectivo, sino que abona con notas de crédito ante las droguerías en la que las farmacias compran sus medicamentos.
Por el momento sólo las farmacias más grandes están recibiendo las recetas y haciendo los descuentos, porque son quienes pueden soportar este desfasaje.
1 comentario:
pami nos esta fundiendo a las farmacias que trabajan honestamente.
de los numeros se deduce claramente que es imposible trabajar a perdida, por lo tanto se debería comprobar y juzgar a los grandes monopolios o a los que "SE LA REBUSCAN" con recetas truchas (originales y aparentemente legales) pero que jamas seran consumidas por los jubilados
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