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lunes, 20 de enero de 2014

EL FESTIVAL CULMINÓ CON UN BUEN BALANCE

Jesús María 2014

El Presidente del Festival Nacional de Doma y Folklore, Hugo Baldo, hizo un balance positivo de la 49º Edición, que fue un éxito de taquilla. Más de 135 mil personas habrían pasado por el legendario Anfiteatro José Hernández. Un cierre de lujo con Facundo Toro y Luciano Pereyra, hizo brillar el domingo, aunque fue el segundo día menos convocante, junto a la noche de León Gieco. 


GACETILLA OFICIAL DEL FESTIVAL

Siempre duelen las despedidas. Es uno de los momentos más dificultosos de las relaciones humanas. La edición 49º del Festival tuvo la suya. Sin embargo, debemos recordar que es un Festival que nunca termina. ¿Por qué? Porque el verdadero Festival comienza en marzo, cuando los niños de las veinte cooperadoras escolares entren a sus aulas y se encuentren en condiciones dignas de estudiar; o comienza cuando aquel emprendedor jesusmariense pueda contabilizar las utilidades de todo lo ganado durante las noches de enero.
Por este motivo, cientos de colaboradores dejan buena parte de su tiempo para ponerse al lomo la organización de este evento, sin recibir remuneración alguna a cambio. Este trabajo no se detiene al apagarse la llama de enero: continúa los 365 días de año, y ya se piensa en la próxima edición.
Tricampeón Con Todas Las Letras
Definición del Campeonato en Crina Limpia. Con un sol que buscaba el horizonte para esconderse, la categoría más arriesgada de la disciplina buscaba un nombre para colocar en el Monumento al Jinete en la tarde del domingo.
Con el relato de Luciano Martínez, bonaerense de Pergamino, todo se ponía en juego, en un campo de jineteada que ya no tenía condiciones las adecuadas debido al desgate por las montas y la gran cantidad de gente que pisó el mismo (especialmente, durante la noche de Manseros).
Luego de 5 montas para completar el fixture, llegaba el turno del mano a mano que definiría al ganador: por un lado, en el palo 3, el oriental Eduard Moutone, la cenicienta del torneo, quien debía lidiar con La Tormenta de Althabe; del otro, en el palo uno, Ricardo Pucheta, el por entonces bicampeón, quien tenía todos los números comprados para quedarse con el ansiado primer premio.
En un hecho poco habitual en la historia del Festival, un extranjero le peleaba de “tu a tu” el cetro a una estrella de la jineteada argentina. Con sobrero negro, allí salía el campeón del Prado. Después de una salida timorata y bien aferrado a La Tormenta, Moutone se animó a rebenquear la paleta del reservado, para luego caer sobre el filo de la campana.
Una performance demasiado discreta del oriental le daba a Pucheta la confianza y la seguridad necesaria  para danzar en La Esperanza de Vega y llevarse todo. El correntino de boina roja, hombre de Sauce, demostró por qué es tres veces campeón. 8 puntos y a la bolsa.
Pucheta llevó el animal hacia el palco de las delegaciones. Lo dominaba como si fuese algo innato en él, como sabiendo que Mautone no iba a sumar demasiado y era innecesario arriesgarse. Cuando los apadrinadores lo bajaron, el hombre alzó sus brazos al cielo con una sonrisa de oreja a oreja. El campeonato era prácticamente un hecho. Como en 2012 y 2013, Pucheta vuelve a escribir su nombre entre los grandes. 72 puntos, 9 y medio más que el subcampeón Ángel Pereira (La Pampa). Un campeonato peleado, pero ganado con un muy buen margen.
Grande Patagónico
Néstor Fernández (Chubut) había dominado el campeonato de punta a punta. El día viernes, el otrora campeón Eduardo Argañaraz (Formosa) le arrebató la punta. Sin embargo, el sábado la recuperó y sacó una luz de ventaja en su lucha mano a mano con el formoseño.
El relator Néstor Ramello, crédito de Pasco, le dio su voz a la definición de la categoría que más segundos dura. Luego de las cuatro primeras montas, entre las que tuvo lugar la despedida de 2014 para Oscar Gatica (llevó al Principito de Tolosa hacia la popular), llegó el primer contendiente a ocupar el trono de Fredy: Néstor Fernández, la revelación del campeonato.
De camisa a cuadros y sombrero negro, el patagónico se llevó por delante al Payaso de Trossero. Una exhibición de jineteada digna de campeón, pintando corcovos en el agradable aire cordobés. Mientras llegaba la iluminación artificial a la velada, los 12 segundos de Néstor sacaron la ovación del privilegiado público que se dio una vuelta temprano por el José Hernández.
Mientras tanto, el Mate Amargo esperaba en el palo 3 al norteño. Una cabriola descomunal del reservado le dio belleza a la jineteada. El formoseño no se achicó ante la presión de la gran monta de Fernández.
Entre tanto, poco le quedaba por hacer a Cristian Rollari, de Salta, jinete que pasó La Bienvenida de Althabe por el palco Félix Gigena Luque.
Para saber quién alzaría la corona, habría que esperar hasta la deliberación del jurado. Finalmente, quien llegaba como líder se quedó con todos los laureles, en un final de bandera a cuadros. 8 puntos y medio para Argañaraz, uno menos para Fernández, quien llevaba 2 de ventaja en la general. 81 para el hombre de Chubut, 80 para el de Formosa.
En la entrega de premios, Fernández estuvo visiblemente emocionado, haciendo realidad el sueño de todo jinete: coronarse campeón por primera vez en nuestra tierra. Una perlita: Néstor presentaba hace unos años una discapacidad en la parte inferior de su cuerpo, debido a problemas en sus vertebras. El Dr. Del Boca tomó su caso en Córdoba Capital y lo rehabilito. Como agradecimiento, el campeón hizo entrega de su premio (rastra de oro y plata con cinto en cuero de carpincho) al  médico que se había llegado a presenciar la velada.
Sangre de Campeón
Cristian Barberis. Delegación de Córdoba, hijo del Pequinés Barberis y hermano de Franco “El Manco” Barberis. Con 14 puntos y medio de diferencia con el subcampeón Torres, 2015 lo espera como integrante de la delegación de Jesús María.
Ya entrada la noche, la definición de Gurupa Surera tuvo su desenlace. Los nueve puntos de ventaja en el acumulado que llevaba en ese momento, hacían presagiar que para Barberis conservar el primer puesto sería un trámite. El reservado sorteado para la ocasión tenía un nombre muy particular: La Festivalera, de Trossero.
En el palo número dos, el animal salió disparado sin esperar a ser jineteado. Un reservado con muchos años en el ruedo, daba problemas al cordobés, quien trataba de dominar los nervios que acarreaba la situación. Las montas se sucedían y La Festivalera se resistía.
Entre tanto, los payadores hacían todo lo posible para llenar el hueco. Parecía una película de suspenso con un final incierto, pero feliz. El reservado de Trossero se dignó a salir del palenque. Un jineteadón del flamante campeón, quien sólo necesitaba sumar algunos puntos (fueron 9) para hacer imposible la remontada a sus perseguidores Nicolás Moya (Santiago del Estero) y Juan Torres (Buenos Aires), quienes salieron al rodeo ya sabiendo que el trono era imposible y debían aspirar al subcampeonato. Primer título para Barberis, un logro totalmente merecido.
Un Toro En El Escenario
 “Los cantores somos solo una parte de este espectáculo. Lo importante es la música, es la cultura”, manifestó a su público Facundo Toro, cantante cordobés que realizó su presentación en la décima del Festival. Reconocido cantante de la escena folclórica, Toro hizo gala de su sinergia con el público: en medio de su presentación, se bajó del escenario, mezclándose entre quienes estaban en la platea. También hizo subir al escenario a una joven para dedicarle una serenata. “Mi viejo (por Daniel Toro, folclorista también) siempre me dijo: hay que cantar sin dejar de valorar a la gente. Son ellos los que nos hacen artistas”, declaró en conferencia de prensa.
 “Estrella del sentimiento argentino”, como lo describió el presentador Ariel Gutiérrez,  interpretó “La Casa De Los Abuelos”, “Mensaje De Chacarera”, “El Ganador”, “Zamba Del Pañuelo”, “El Mensaje”, “Norte Azul Mi Santiago”, “El Borrachito”, “Zamba Para Olvidarte”, “Se Va El Amor”, “Cuerpo A Cuerpo”.
Luego, en su búsqueda de promover nuevos valores del canto, estuvo acompañado por el grupo Maité, junto a los cuales compartió “Amor Secreto”, “Entradita De Pueblo” y “Luna De Tartagal”.
“Me alegro que le vaya bien al Festival. Es un lugar inmenso que no se llena con dos o tres personas. Acá siempre hay movimiento”, dijo Toro. Además, agregó que la convocatoria “no sólo en el predio, sino también en las calles, habla a las claras del éxito de la fiesta”.
Romántico De Despedida
Luciano Pereyra despidió la décima y última noche del Festival. Luego de un año de ausencia, el oriundo de Luján (Buenos Aires) hizo su presentación ante casi diez mil personas y el grito de miles de fanáticas que coreaban cada una de sus canciones. Un escenario que lo vio nacer allá en el año 99, hoy o consagra cmo de los artistas importantes de la escena nacional.
Pereyra arrancó su presentación con “Memorias De Una Vieja Canción”, del disco “Con Alma De Pueblo”, homenajeando a Horacio Guarany. Luego, continuó con “La Hora Del Cantor”, del mismo álbum. Le siguió “Sin Testigos”, uno de sus grandes éxitos que se llevó todos los suspiros de las jóvenes y, del CD “Volverte A Ver”, “Si Me Pudieras Ver”.
Tampoco faltaron a la cita un popurrí de chacareras y lentos, entre las cuales se destacaron “Córdoba Sin Ti”, “Desde Que Tú Te Has Ido”, “Cómo Puedes Vivir Sin Mi”, “Celos” y “Perdóname”. Ya promediando su show, “No Puedo”, “Sólo Le Pido A Dios”, “Y Así Y Así”, “El Elegido”, “Porque Aún Te Amo” y “El Vestido Rojo”.

En la jornada de despedida, se realizó el arrío de los colores patrios. Además, fue despedida la Virgen de Luján, nuestra madre protectora, quien nos acompañó en el desarrollo de la fiesta, esperando la 50º Edición, la de las Bodas de Oro, que tendrá lugar en enero de 2015. Gran y merecido final para las noches de argentinidad, al menos por 2014. Todavía resta un sinfín de actividades para palpitar las Bodas de Oro.

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