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miércoles, 24 de septiembre de 2014

Los vecinos le respondieron vía Facebook a Cecilia Della Casa

La edil dijo ver "difusos" los argumentos de los vecinos
La presidente del Concejo Deliberante de Colonia Caroya dijo en una entrevista a Radio Comunicar que "veía difuso a qué se oponen del proyecto", refiriéndose a los Asambleístas que cuestionan la aprobación del Proyecto de Ampliación Urbana, tal como está.
En las redes sociales, le enunciaron 14 puntos aclarándole las situaciones que la concejal dice no comprender.
Los vecinos escribieron:

Nos oponemos al proyecto por las siguientes razones (solo citamos algunas de ellas), que a nuestro entender, no son para nada "difusas":

1- Falta de participación ciudadana en la elección del modelo y perfil de ciudad que se quiere a futuro. Esto se contradice con la Carta Orgánica de Colonia Caroya.

2- Falta de un estudio de impacto ambiental que contemple TODA la complejidad territorial, urbana, rural, económica y social del tema.

3- Falta de un estudio profundo y ACTUALIZADO con equipos interdisciplinarios de especialistas en el tema, tanto en lo urbanístico, lo arquitectónico, lo social, lo económico, etc. que dé como resultado un análisis y un diagnóstico pertinente como para llegar a un proyecto lógico que de una vez por todas aporte soluciones al corto, mediano y por sobre todo, al largo plazo.

4- Es un proyecto que tiende a generar una ciudad muy extensa y de baja densidad con todos los costos sociales y económicos que eso significa: dispersión urbana, encarecimiento de todos los servicios para toda la comunidad, dispersión social, entre otros.

5- Es un proyecto que avanza sobre lo rural, limitándolo cada vez más y poniéndolo en peligro. No entiende a la zona rural de Colonia Caroya como un paisaje cultural que bien manejado, puede ser una verdadera fuente de ingresos económicos a futuro. Acá también se contrapone al espíritu de la Carta Orgánica en la definición de Colonia Caroya.

6- Genera un efecto contrario al que se busca, ya que la extensión de la zona urbanizable no hace otra cosa que encarecer la totalidad del suelo urbano ya existente, manteniendo las nuevas ampliaciones urbanas, la dinámica de precios de mercado que rige para el resto del sistema.

7- Lejos de solucionar la situación de “convivencia” de lo rural y lo urbano, tal cual se presenta en la actualidad y por falta de una verdadera política pública que acompañe al desarrollo rural local, la ampliación implica seguir generando el mismo problema a una zona cada vez mayor y, peor aún, generando más presión sobre lo rural a costa de una zona urbana más problemática por su extensión y baja densidad.

8- La disposición de los lotes urbanizables deja bolsones rurales rodeados de zona urbana que generarán una mayor presión sobre los mismos, que naturalmente desencadenarán un futuro proceso de urbanización de esos lotes rurales en el mediano plazo y que implicarían aumentar la superficie urbana en muchas hectáreas más, cosa que implica una terrible desproporción entre cantidad de habitantes y tierra disponible urbanizada.

9- Somete a gravísimas consecuencias futuras a toda la ciudad (por lo anteriormente explicado) por querer dar una solución a un problema real, puntual, (acceso a la tierra para la vivienda) que podría ser solucionado con otras herramientas existentes para estos casos, dentro del radio urbano ya delimitado, sin generar semejante problema a futuro en toda la ciudad.

10 - Entiende el acceso a la vivienda, solamente como la posesión de una porción de terreno y un techo y no como una solución social-urbana integral, sometiendo a quienes tienen necesidad de vivienda a situaciones desfavorables en relación a la accesibilidad, buenos servicios, equipamientos apropiados y sobre todo, integración social.

11- La apertura de tantas hectáreas de tierra de uso urbano, implicará que cada vez sea más difícil lograr completar la zona urbana histórica, ya existente, ya que esto generaría una mayor especulación sobre el precio de la tierra, encareciendo los servicios y no permitiendo que la ciudad logre jamás llegar a tener una densidad necesaria como para convertirse en un centro urbano compacto, diverso y rentable.

12- La enorme mancha urbana genera un paisaje monótono y de escaso interés ambiental que hace que cada vez se aleje más de la idea de lo que debe ser una ciudad con un centro reconocible y vivible, atractor de actividades y posibilitador de vida social. Se incentiva un tipo de vida volcado más hacia el individualismo, la anomia, la falta de identidad y por sobre todo, una gran dependencia en el uso del automóvil como único medio de movilidad posible, generando de esta manera, grandes problemas de habitabilidad. Se puede citar como ejemplo, que uno de los graves problemas que presentan las ciudades extensas y bajas en densidad, es la dificultad de sostener un transporte de pasajeros que sea rentable para cualquier empresa (largas distancias, para pocos pasajeros), siendo los municipios, los que tienen que terminar cargando con los costos que implica subsidiar empresas de transporte para que cumplan con el rol social de garantizar accesibilidad a toda la población.

13- No se prevén espacios públicos ni servicios y la tierra para adquirirlos por parte del municipio, se irá encareciendo aún más, tornándose imposible su acceso, para incorporarla como espacio público necesario para el desarrollo de la ciudad.

14- La avenida de circunvalación propuesta, no está pensada en su totalidad como una alternativa de descompresión de tráfico, ya que no se han estudiado sus conexiones con el sistema de salida de la ciudad ni con la relación que a futuro va a plantearse para la región, con el planteo de la autopista ni con el anillo regional planteado para el gran Córdoba. Además, otro de los problemas que generaría esta avenida, según está planteada, es que lejos de generar una barrera para la división concreta entre lo rural y lo urbano, presionará negativamente como para que esa tierra rural, entre en un proceso de especulación que la llevará inevitablemente a ser deseable como tierra urbana. Nuevamente, se entra en un espiral en el que se repite el proceso de cambio de uso del suelo y se genera el efecto contrario al que se busca.

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