La nueva Ley de Tolerancia Cero de alcohol en sangre generó mucha preocupación entre todos aquellos propietarios de restaurantes y locales gastronómicos. Acompañar una buena comida con la tradicional copa de vino es prácticamente imposible. Los comensales tienen temor de tomar una gota de alcohol por las multas que impone la Policía Caminera ante cualquier tipo de control. Susana Lauret, de Puerto Caroya, admitió que el consumo de vinos bajó sensiblemente en su restaurante y que mucha gente directamente no concurre.
"Yo hace muchos años que vengo reclamando, nos instalaban el control caminero al frente de nuestro negocio, lo que pedía es que la cosa sea pareja para todos", afirmó Susana.
Dijo además que ahora el sector está sintiendo el efecto negativo de la Ley de Tolerancia Cero.
Afirmó que el consumo de alcohol durante las comidas bajó "muy mucho".
Muchos restaurantes ofrecen promociones muy accesibles y utilizan las promociones que otorgan algunas bodegas para promocionar sus productos para obtener algún punto extra de ganancia.
Esto se ve afectado porque los comensales se cuidan de no consumir bebidas alcohólicas por temor a las multas que pueda imponer la Policía Caminera.
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