Andrés muestra las huellas en la ventada para desactivar la alarma sonora |
La historia sigue con escenas dramáticas.
Andrés, el dueño de una vivienda de calle 48, entre la 20 y la 21, se ausentó 15 minutos para ir a visitar a su padre, que vive a pocas cuadras.
De repente, sonó su celular: era la llamada de alerta de la alarma, que se había activado. Alguien entró a su casa.
No se sabe si eran uno o dos, pero tuvieron tiempo de desactivar la alarma sonora y cargar un televisor, una notebook y dinero en efectivo.
En el momento que el ladrón estaba cargando los elementos en un renault 18 que había dejado estacionado al frente, llegó Andrés y su padre, a altísima velocidad.
La víctima le cruzó el auto para que no se pueda escapar y se bajó a los gritos. El delincuente sacó un hierro y amenazó con enfrentarlos, pero decidió entrar de nuevo al auto y fugarse marcha atrás.
"En ese momento pensé que sacaba un revolver y nos mataba. Cuando vimos que era un hierro, nos avalanzamos sobre él, pero alcanzó a meterse al auto, que ya estaba en marcha", dijo el joven propietario.
En ese momento, Andrés y su padre le tiraron con ladrillos, rompiendo el parabrisas.
Como no podía escaparse marcha atrás, el ladrón puso primera y los encaró para chocarlos, pero finalmente huyó por calle 48, esquivando el otro vehículo que había quedado cruzado en plena arteria.
Asustado por haber sido descubierto, la reacción del ladrón fue entrar a la casa de una familia desconocida, dejar en auto allí y salir corriendo.
Supuestamente, se tomó un remis en la estación de GNC de Av. San Martín y calle 27.
El televisor y la notebook quedaron dentro del auto, que fue secuestrado. El dinero no estaba.
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