En medio de los inconvenientes ocasionados por las recientes inundaciones y la evacuación temporaria de familias, la Subsecretaría de Servicios Públicos registró un problema colateral: la situación de indefensión en que quedaron muchas mascotas.
En efecto, personal municipal intervino en varios casos en que, habiéndose producido la evacuación de personas, las familias dejaban a sus perros atados en el patio de la vivienda y sin posibilidad alguna de ponerse a salvo por sí mismos.
“Hubo situaciones extremas en que las mascotas fueron retiradas y enviadas al refugio canino”, relató Julieta Ambrosig, una de las responsables de dicho refugio.
Por eso recomendó a toda la población que, en caso de evacuación, los animales también deben ser llevados a otro sitio, o al menos dejarlos sueltos para que puedan moverse por su cuenta.
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